Malos hábitos en redes sociales que te hacen sentir mal
A estas alturas de la vida, la gran mayoría de la gente cuenta con al menos un tipo de red social, por lo que prácticamente el mundo tiene una “vida virtual” dentro de las redes sociales. Y es que, no por nada proyectos como el Metaverso de Zuckerberg son cada vez más una realidad. En
A estas alturas de la vida, la gran mayoría de la gente cuenta con al menos un tipo de red social, por lo que prácticamente el mundo tiene una “vida virtual” dentro de las redes sociales. Y es que, no por nada proyectos como el Metaverso de Zuckerberg son cada vez más una realidad. En este sentido, parece lógico que muchas de nuestras actitudes no cambien dentro del mundo virtual, así que más vale ser conscientes de esos hábitos en redes sociales que tal vez no sean tan buenos.
Compartir fotos ordinarias
Compartir la foto de algo tan ordinario como un abrazo o un café significa que eres adicto a las redes sociales, ¿verdad? No necesariamente, dice Pamela Rutledge, directora del Centro de Investigación en Psicología de los Medios de Comunicación.
Registrar ese momento significa que tomas tiempo para agradecer esas pequeñas alegrías. “Puede parecerle superficial a quien mire tu foto, pero cuando vuelvas a ver esa taza de café, recordarás esa mañana y lo que estabas sintiendo”, dice la doctora Rutledge.
“Las cosas que parecen superficiales nos permiten apreciar los pequeños momentos. No se trata de los grandes eventos, sino de lo que hacemos a diario“. En lugar de extrañar las glamorosas fotos de unas vacaciones, esas fotos cotidianas te ayudarán a apreciar tu rutina.
Revisar tus redes sociales en el trabajo
Tomar descansos a lo largo del día ayuda a refrescar tu mente y aumentar tu productividad.
No hay razón para no entrar un momento a Facebook cuando tu mente necesite un descanso. “Si dices ‘me estoy relajando’, no necesitas sentirte culpable”, explica la doctora Rutledge.
“Es como levantarse a tomar un café.” La clave está en limitar el tiempo, afirma. Programa una alarma para asegurarte de que una distracción breve no se convierta en un día perdido.
Consultar Facebook cuando tienes tiempo libre
Quizá has escuchado el alegato de que ya no podemos estar solos con nuestros pensamientos porque nuestras pantallas nos distraen. Pero eso no significa que debas sentirte culpable por consultar tu smartphone para matar el tiempo. Después de todo, revisar tu Instagram no es peor que tomar una revista de chismes mientras estás en el salón de belleza, dice la doctora Rutledge.
“¿Es importante tener tiempo para pensar y meditar? Por supuesto”, afirma. “Pero tampoco es tan frecuente que la gente se siente, medite y haga todas esas cosas positivas que ‘debería’ estar haciendo”.
Consultar Facebook en una reunión
Sacar tu smartphone puede ser apropiado en algunas situaciones sociales, siempre que no te concentres al grado de ignorar a los demás. Mientras nadie abuse, revisar tus redes hasta puede convertirse en un tema de conversación.
“Todos los asistentes a la reunión tienen más amigos además de los presentes”, afirma la doctora Rutledge. Sin embargo, si sientes que tus invitados no están conviviendo y se limitan a ver sus pantallas, sugiere alguna actividad que los motive a guardar sus teléfonos.
Comenzar un juego o pedir ayuda en la cocina los traerá de vuelta a la “realidad” sin que parezca un castigo por conectarse.
Convertirte en una “loca de los gatos” (virtuales)
Buenas noticias: los videos de gatitos no son una pérdida de tiempo. Sonreír y reír (incluso aunque los videos no sean muy sofisticados) elimina las sensaciones de malestar que podrían llevarte a ser grosero con alguien.
“Las personas felices atraen personas felices, y se contagia”, dice la doctora Rutledge. Además, si compartes ese video o meme gracioso, esparcirás aún más la sensación positiva, afirma.
Borrar contactos
Deja de sentirte culpable por borrar un contacto, quitar a alguien de tu lista de “Amigos” o por dejar de seguir a alguien en tus redes sociales. Si los posts de alguien tienden a enojarte, deja de seguir su timeline sin aspavientos. “No estamos acostumbrados a tener ese nivel de control”, dice la doctora Rutledge.
Explica que, así como no deberías sentirte obligado a convivir con alguien que te hace sentir mal, tampoco deberías sentir lo mismo en tus redes sociales.
Desahogarte online
Desahogarte en una red social no es necesariamente malo. Pero en Facebook (que las personas usan para compartir buenas noticias o momentos divertidos), tus amigos pueden cansarse de tus quejas constantes. Si necesitas un espacio online para quejarte o desahogarte, te convienen más plataformas como Tumblr o WordPress, dice la doctora Rutledge.
“Hay muchas opciones en redes sociales que permiten la expresión personal, así que busca la que se ajuste a tu contenido y que te ofrezca la audiencia que buscas“, dice.
Sin embargo, recomienda que antes de crear tu cuenta, analices qué es lo que te está impulsando a escribir. Si quieres desahogarte, ese foro público o un tradicional diario en papel son buenas opciones. Pero si quieres que alguien valide lo que sientes, busca a un amigo para platicar.