Cómo preparar y empacar una maleta
Cuando viajas, ¿haces una maleta o una mudanza? Estos principios te ayudarán a no perder la cabeza a la hora de empacar una maleta.
Cuando viajas, ¿haces una maleta o una mudanza? Si tu problema es que no consigues hacer tu maleta de una manera sencilla, por muy cerca que viajes, necesitas conocer tres principios que te ayudarán a no perder la cabeza a la hora de preparar una maleta.
Es cierto que una actividad que parece tan sencilla se puede complicar. Y es que, preparar una maleta o empacar en realidad es una ciencia con reglas que muchos viajeros han aprendido a la mala después de varios viajes. Por ello, te dejamos las siguientes consideraciones para que las recuerdes cada vez que tengas que empacar tu maleta de viaje.
1. Principio de la ubicación
Se trata de tener claro el objetivo de tu viaje en todos los aspectos posibles, considerando información con la que cuentas antes de tu salida.
- Dónde: para este primer punto, debes preguntarte y tener claro lo siguiente: ¿a dónde vas?, ¿cuál es tu destino? Se trata de la playa, del bosque, una ciudad, un pueblito, una zona montañosa.
- Con quién: por otro lado, la siguiente cuestión es ¿con quién vas? Sin compañía, con tu pareja, con amistades, con la familia o, por cuestiones laborales, con tus compañeros.
- Tiempo: el siguiente paso es tener en mente de cuánto tiempo será tu viaje.
- Objetivo: básicamente, cuál es la finalidad de tu salida (divertirte, descansar y relajarte, o a trabajar).
- Actividades: es importante que consideres el tipo de actividades que pretendes hacer durante tu viaje; por ejemplo: nadar, bucear, correr, relajarte, etcétera.
2. Principio de la información
Este punto se centra en indagar acerca de aspectos que podrían suceder durante tu viaje y que te ayudarán a elegir que sí y que no llevar en tu maleta. Gracias al internet, ahora es posible saber todo lo que necesitas a través de internet: el clima, lugares qué visitar, las mejores rutas o lugares para comer, en fin, todo para tomar precauciones.
3. Principio de la simplicidad
Lo más recomendable siempre será viajar de forma ligera, sin complicaciones, pues recuerda que no te vas a mudar. Además, es muy posible que tengas cargar con tu maleta de un lado a otro, así que podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
Ahora bien, dependiendo de tu tipo de viaje, es posible que requieras espacio para los souvenirs, ya sea para ti, o para tus amigos y familiares.
“Cuando viajo, solo llevo una maleta muy pequeña todo lo importante va dentro de mí”. Anónimo
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Y entonces, ¿cómo meto todo a la maleta?
Para empacar una maleta maleta, puedes empezar por lo más pesado: los zapatos. Mételos en bolsas para no ensuciar y acomódalos suela contra suela. Procura colocarlos junto a las ruedas de tu maleta para que al levantarla no aplasten nada. De hecho, aquí también pude incluirse el neceser con tu kit de cremas y demás artículos de higiene personal.
Rellena los huecos de los zapatos con tus collares, relojes, ropa interior o calcetines para aprovechar el mayor espacio posible. Accesorios como los cinturones no debes enrollarlos, sino colocarlos estirados justo en el perímetro de la maleta.
Luego de ello, empaca los jeans y pantalones; luego los suéteres, la pijama y las camisetas. Para esto, sigue la técnica de enrollar, que consiste en hacer un rollo con cada prenda, como si fuera un cilindro; esto la mantendrá en bueno estado, pues no se arrugará y, además, ocupará menos espacio. Ojo: no olvides llevar una bolsa vacía para la ropa sucia. ¡Listo, a viajar se ha dicho!