4 técnicas para mejorar tu concentración
¿Tu mente se distrae con facilidad? ¿Te resulta difícil muy sentarte y concentrarte?
Gracias al ritmo de vida que llevamos, con demasiada frecuencia nos resulta más difícil a todos concentrarnos y suele ocurrir a menudo cuando más acelerados estamos en cuestiones personales o profesionales. En momentos así resulta muy conveniente tener algunos trucos que te permitan restablecer tu atención, aunque sea temporalmente; aquí te presentamos algunas técnicas de concentración.
1. La técnica del espacio:
Consiste en crear tu propio espacio de trabajo para mantener la concentración. Si eres consciente de que algo surgirá durante el tiempo en que estás concentrado, intenta solucionarlo antes de empezar. Eso incluye comer algo o beber si sabes que sentirás hambre o sed mientras trabajas. No hay nada más molesto y que más desconcentra que notar esa sensación de hambre y escuchar el sonido de tus propios intestinos cuando intentas trabajar.
Una vez que sabes qué condiciones favorecen y promueven tu capacidad para concentrarte, prepara intencionadamente tu lugar de trabajo y tu ambiente a fin de incorporar las máximas posibles. Planifica tus períodos de máxima concentración cuando las circunstancias sean las mejores para ti.
2. La técnica del objeto:
Consiste en enfocar tu atención en un objeto que esté cerca de ti. Escoge un objeto de tu entorno y obsérvalo durante 1 o 2 minutos usando un temporizador, fijándote en sus colores, texturas, formas y en cualquier movimiento que pueda tener.
No analices nada, solo míralo y fíjate en él. Si tu mente empieza a deambular, vuelve a fijar tu atención en el objeto. Con esta práctica, además de mejorar la concentración también mejoras tu memoria.
3. La técnica del premio:
Tan simple y sencillo como premiarte cuando alcances tu propio objetivo, ya sea una parte o por completo.
Esta técnica es una de las más eficientes y satisfactorias, pues obtendrás prácticamente dos premios, el haber concluido con tu meta o tarea y el que tú decidas darte de manera adicional.
4. La técnica de los pensamientos:
En vez de intentar suprimir los pensamientos que te distraen mientras estás estudiando, escríbelos de manera que puedas ocuparte de ellos más tarde.
Esto te descarga automáticamente del pensamiento perturbador y libera tu mente para que puedas concentrarte en lo que tienes entre manos ahora.
Un aspecto fundamental a la hora de cómo mejorar la concentración es emplear siempre el mismo esquema. Es como si tu mente asociase los medios que utilizas con el resultado que deseas conseguir. La preparación parecerá casi un ritual previo a la inmersión de lleno en la tarea y te predispondrá sin esfuerzos suplementarios.