Tipos de amix que necesitas en tu vida sí o sí
Hay tipos de amigos con características particulares que vale la pena incluir en tu círculo con el fin de que saquen lo mejor de ti.
“Los amigos son la familia que uno elige” es una frase que seguro has escuchado alguna vez. Y es que, el afecto que se tiene por las amistades para nada se comparan con las parejas amorosas que vienen y van o con la familia que es “cosa de suerte”. Pero es cierto que existen tipos de amigos, ¿cuáles tienes tú?
¿A quién podemos considerar parte de nuestro círculo de amistad?
Aquí la cuestión consiste en si podemos llamar amix a cualquier persona con la que nos llevemos bien, ya que la amistad es un vínculo que se forja mediante la confianza más el tiempo.
Y si bien la palabra “amigo” es una constante en nuestro lenguaje, habría que diferenciar grados y tipos de amigos. El círculo íntimo estaría formado por un máximo de cinco personas, y se suele utilizar el número de Dunbar (llamado así por el antropólogo Robin Dunbar) para definir la cifra más amplia de nuestro círculo social: serían unas 150 relaciones las que acostumbra a tener una persona.
Por supuesto -tal vez lo hayas experimentado-, las relaciones cambian y evolucionan, por lo que hay ciertas tipologías de amistades que todos deberíamos mantener a lo largo de nuestra vida. ¿Por qué? Al final, todos contribuyen a conformar una vida más plena y feliz.
Los amix que conviene tener en la vida
No se trata de etiquetar a nadie, sino de reconocer que hay relaciones de amistad con características particulares que vale la pena incluir en tu círculo con el fin de que saquen lo mejor de ti. A continuación algunos de los tipos de amigos:
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“De toda la vida”
Este tipo de amigue es la persona que conoces desde la infancia, y aunque quizá llevan vidas muy diferentes e incluso sus aficiones e intereses no sean los más parecidos, tienen un vínculo muy cercano. Conoce a tus padres, ha estado en los cumples de tus familiares, por lo que te comprende en un contexto que ni siquiera tienes que explicarle.
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Su segundo nombre es “sinceridad”
No trata de humillarte ni bajarte la moral con su sinceridad, pero sí busca que con sus comentarios y consejos que te vaya mejor, luzcas mejor, que tengas éxito. Curiosamente, puedes identificar esta amistad si los consejos que te da son excelentes, pero por una extraña razón no los puede aplicar en su vida… 🤭
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Colega del trabajo
Este tipo de amistad es buena hasta cierto punto, de ahí que sea complicado de obtener. Sin embargo, esto no quiere decir que con el paso de los años no se forje alguna amistad, aunque no sería lo habitual. Y es que, como pasamos casi todas nuestras horas útiles del día en una oficina, tener a alguien de cómplice con quien poder consultar dudas, compartir odios comunes es una cuestión de salud mental. Pero es sí, es importante no romper la frontera trabajo-ocio más que en contadas ocasiones, ni forzar que la relación se prolongue más allá del ámbito laboral (si lo hace, que sea de forma orgánica).
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El amigo/mentor
De todas las personas podemos aprender algo, pero tener una referencia en tu círculo de amistad es único. Del mentor siempre aprendes algo y te ayuda a cambiar para bien. Se trata de quien te incita a mejorar, a presentarte a ese trabajo, a hacer esa llamada que tanto temes, o te ayuda a cumplir con eso que te cuesta tanto trabajo e incluso puede que te haya presentado a alguna pareja.
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Cómplice de aficiones
Tu partner en los videojuegos, en el deporte, en la lectura de cómics o de viaje. Tener un cómplice con quien compartas hobbies puede hacer que los vivas más intensamente.
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Con quien las risas no paren
Los amix con los que compartas el humor deben ser parte de tu círculo sí o sí. Nada une más que el sentido del humor compartido, así que, seas de fina ironía británica o del más tradicional al estilo mexa, si tienes un amigo o amiga que te hace reír, valora esa amistad como el tesoro que es.
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Siempre tiene un plan
Es esa persona que lleva la fiesta por dentro y que te anima a levantarte de la cama o a vivir experiencias extremas que por ti mismo(a) no harías tan fácilmente. Gracias a este tipo de amista, haces cosas diferentes de las que tú sueles hacer: te embarca en cosas que por ti mismo no harías jamás y que tal vez no vuelvas a hacer nunca, pero sabes que de su mano lo nuevo siempre está garantizado, y cada vez que se ven se convierte en algo memorable.