¿Qué es la Arquitectura Sostenible y por qué crea materiales de construcción que imitan la biología animal?

¿Qué es la Arquitectura Sostenible y por qué crea materiales de construcción que imitan la biología animal?

¿Te imaginas un edificio que regula su temperatura como un elefante? La biomímesis aplicada a la construcción está creando una nueva generación de arquitectura sostenible y eficiente. Te contamos cómo funciona.

 ·  agosto 19, 2025
¿Qué es la Arquitectura Sostenible y por qué crea materiales de construcción que imitan la biología animal?

¿Te has parado a ver cómo un elefante se refresca en pleno calor? Agita esas orejas inmensas como si fueran abanicos. Pues resulta que no es un gesto cualquiera: es un sistema de aire acondicionado de última generación, perfeccionado por millones de años de evolución y que la Arquitectura Sostenible busca emular en las construcciones.

Ahora, imagina poder aplicar ese mismo principio a los edificios. ¿Imaginas un rascacielos que se autorregule como un animal? Suena a ciencia ficción, pero es la última y alucinante frontera de la arquitectura sostenible. La respuesta no está en más tecnología compleja, sino en mirar a la naturaleza. Se llama biomímesis, y está a punto de cambiar cómo construimos todo.

¿Qué es la Arquitectura Sostenible?

La arquitectura sostenible es una forma de diseñar y construir que busca minimizar el impacto negativo en el medio ambiente. Va mucho más allá de simplemente poner paneles solares; se trata de crear edificios eficientes y saludables que optimicen el uso de recursos como la energía y el agua, utilicen materiales responsables y se integren armoniosamente con su entorno, todo para garantizar el bienestar de las personas sin comprometer el futuro del planeta.

Robando ideas a la naturaleza (con permiso)

El mayor problema de los edificios son los picos de temperatura. En verano se convierten en hornos y en invierno en neveras, y nosotros encendemos el aire o la calefacción para solucionarlo. Un círculo vicioso que consume una barbaridad de energía.

La solución la tenían los elefantes y las liebres del desierto todo este tiempo. Sus orejas están llenas de una red de vasos sanguíneos que liberan calor corporal de forma supereficiente. Es el sistema de climatización pasiva definitivo: cero consumo energético, máxima eficacia.

Un grupo de científicos de la Universidad de Drexel pensó: “¿Y si le damos al hormigón un sistema circulatorio?”. Y así nació el proyecto. No se trata de hacer edificios más gruesos, sino más inteligentes.

El hormigón que “cobra vida”

El resultado de su investigación es un material que parece sacado de una película. Le llaman VASCI, que suena a misión espacial, pero es básicamente hormigón con superpoderes.

¿Cómo lo hicieron?

  1. Crearon una red de “venas”: Incrustaron una red de microcanales dentro del propio hormigón, imitando el sistema vascular de los animales.
  2. Le inyectaron “sangre mágica”: Esos canales se llenaron con unos materiales llamados Materiales de Cambio de Fase (PCM), que suelen ser parafinas avanzadas.
  3. Y listo: Estos PCM son la clave. Cuando hace mucho calor, absorben el exceso fundiéndose (como un hielo que se derrite). Cuando refresca, se solidifican liberando el calor almacenado. Todo de forma autónoma, sin necesidad de enchufes o mandos. ¡Es regulación térmica autónoma en estado puro!
Edificio convencional, con pérdida de calor, y otro con muros VASCI que muestran regulación térmica interna.

Fuerte como un roble, e inteligente como un elefante

La primera pregunta que nos viene a la cabeza es: “Vale, pero ¿no se romperá el hormigón lleno de agujeros?”. Es el primer pensamiento de cualquiera. Los ingenieros también, por supuesto.

El reto era mantener la resistencia del material. Tras probar varios diseños de canales (en paralelo, en cruz…), descubrieron que un patrón en forma de red de diamante era el ganador. Este diseño distribuye las tensiones de manera inteligente, manteniendo la estructura fuerte mientras permite que el “sistema circulatorio” haga su trabajo. Demostraron que se puede tener fuerza e inteligencia en un mismo material.

El futuro es fresco (y cálido) de forma natural

Las pruebas con cámaras térmicas lo dejaron claro: las muestras de este hormigón autorregulable mantenían una temperatura mucho más estable y confortable que el hormigón tradicional. Las implicaciones son bestiales:

  • Menos energía: Reducción brutal de la dependencia del aire acondicionado y la calefacción.
  • Más confort: Espacios con una temperatura naturalmente más estable.
  • Para todos: Funciona tanto para refrescar en climas cálidos como para conservar el calor en los fríos.

Esto es innovación en construcción de verdad. No se trata de ponerle una capa verde a lo de siempre, sino de repensar la base misma de los materiales. La arquitectura sostenible ya no es solo plantar un árbol en la azotea; es crear edificios que funcionan como un organismo vivo, en perfecta armonía con su entorno.