Disciplina: tu mejor arma contra la procrastinación
Aquí tienes 3 tips y la forma de implementarlos para que tengas más disciplina y puedas lograr tus objetivos académicos o laborales.
Siendo honestos, todos caemos en la procrastinación y muchas veces combatirla es más difícil de lo que pensamos. La única forma de vencer esa procrastinación es con disciplina. Estos son 3 tips para tener disciplina y así lograr tus objetivos.
Para empezar, la disciplina es el trabajo que realizamos contra una resistencia. Es actuar sin tener en cuenta cómo nos sentimos para llevar una vida estructurada por nosotros mismos y no simplemente “dejar que fluya”.
Volverte una persona disciplinada tiene grandes beneficios porque te hará más feliz, te asegurará estabilidad y satisfacción a largo plazo, no sólo momentánea.
Y pues sí, probablemente esto ya lo sabías, la cosa aquí es ¿cómo carajos lo podemos lograr? Pues ahí te va, bombonazo… toma nota, y lo más importante ¡actúa!
1. La intención de implementación guía a la disciplina
Un estudio publicado por el Diario Británico de Psicología demostró que, cuando las personas definen un cuándo y un dónde para realizar sus tareas/deberes, los resultados son increíblemente positivos.
A esta técnica se le llama “intención de implementación”. Cuando escribes y defines cuándo y dónde harás tus deberes, dejas esperar a que llegue el momento perfecto y que te sientas lo suficientemente motivado para comenzar tus tareas.
Reglas de la intención de implementación:
- Tienes que ser lo más específico posible. Esto con el objetivo de dejarte claro por dónde comenzar.
- Escribe tareas que sean realistas e incluso sencillas, por lo tanto, que sean posibles. Esto con la intención de que no las evites.
- Escribe tus tareas a mano. Aparte de que las tendrás presentes en la mente, psicológicamente te da la sensación de tener un orden.
2. Reestructura tu mente para propiciar la disciplina
Nuestra mente es adicta al placer, constantemente estará buscando el placer inmediato mediante actividades sencillas y que de algún modo disfrutas hacer o significan menos esfuerzo… como desbloquear el teléfono y meterte en Instagram en lugar de terminar de leer el pobre ensayo que llevas postergando días.
¿Cómo reprogramar tu mente para que asocie placer con actividades productivas?
- Imagina todo lo positivo que te brindarán esas tareas al concluirlas. Y es que es eso, amix, el placer y la paz de acabar de leer el ensayo llega un tanto después en contraste con scrollear inmediatamente en Insta y ver videos de animalitos bonitos.
- Establece un “por qué” lo suficientemente fuerte. Si no tienes claro por qué haces lo que haces, será mucho más difícil ejercitar la disciplina y juntar voluntad para hacer las cosas que necesitas hacer para alcanzar tus objetivos laborales o académicos.
Define tu “por qué” lo suficientemente grande y tan inspirador como puedas para que sientas la necesidad de trabajar diario para conseguirlo. - Saca de tu alcance tus distractores. Deja el celular en otra habitación. No realices tareas en tu cama. Concédele un espacio específico a tus tareas y deberes, académicos o laborales.
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3. Deja de pensar tanto
Literalmente desperdiciamos más tiempo pensando en las cosas que debemos hacer que el tiempo que invertimos haciéndolas. Deja de darle tantas vueltas y comienza a hacerlas.
La regla del 5, 4 , 3, 2, ¡1!
Este es un método muy simple, pero muy efectivo para entrar en acción. Consiste en hacer una cuenta regresiva del 5 al 1 cuando identificas esa sensación de rechazo y huida ante una tarea o deber.
Haz la cuenta regresiva y actúa sin pensar. El cerebro tiene 5 segundos para crear excusas y justificaciones para que elijas el placer en lugar del deber.
¡Recuerda esto! La disciplina se puede entrenar, es un ejercicio constante. No siempre lograrás los mismos resultados, ¡y está bien! Lo que no está bien es que te rindas en los primeros intentos. Cuanto más repetimos un comportamiento y más resultados vemos, nos es más sencillo mantener esa disciplina.