Pantone 2026: ¿Cómo eligen el Color del Año? El secreto detrás de su nombramiento

Cada diciembre, el mundo del diseño, la moda y el marketing contiene la respiración. El anuncio del color del año Pantone se convierte en un evento global que va mucho más allá de una simple tendencia estética. Es un diagnóstico cultural, un termómetro emocional de nuestra época. Para 2026, la elección ha sido Cloud Dancer, un blanco sereno y equilibrado.

Pero, ¿cómo llegan a esta decisión? ¿Qué proceso convierte un tono en el emblema de los próximos doce meses? Vamos a desglosar el meticuloso mecanismo detrás de esta influyente elección.

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El proceso: de la cultura al muestrario

La selección del color del año Pantone no es un capricho. Es el resultado de un riguroso análisis realizado por el Pantone Color Institute. Su equipo de expertos actúa como etnógrafos del color, escaneando el planeta en busca de pistas:

• Investigación global: Analizan el cine, el arte, la moda de alta costura y la calle, el diseño de interiores, los destinos turísticos emergentes y hasta la situación socioeconómica y política.
  
• Filtro cultural: Identifican narrativas comunes, emociones colectivas y aspiraciones sociales. Buscan el “espíritu de la época”.
  
• Selección y refinamiento: Parten de una familia de colores y afinan hasta encontrar el tono exacto que encapsule la investigación. El nombre (como Cloud Dancer) es crucial para evocar la sensación correcta.

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Cloud Dancer: más que un blanco

Cloud Dancer no es un blanco frío o esterilizante. Es un blanco “ondulado” de matices cálidos y fríos, que Pantone asocia con nuevos comienzos, claridad mental y una serenidad muy necesaria en una era de sobreestimulación digital. Su impacto ya se ve en:

• Moda: Siluetas fluidas, telas como plumas y gasas, y un enfoque en la pureza y la comodidad elegante.
• Diseño de Interiores: Promueve espacios luminosos y calmantes, que combinan con materiales naturales como la madera y la piedra, fomentando la idea de “menos es más”.

Un legado de colores significativos

Esta elección sigue una línea de tendencias de color que reflejan nuestro momento histórico. El reconfortante Mocha Mousse (2025) y el cálido Peach Fuzz (2024) anteceden a Cloud Dancer, mostrando una evolución hacia la búsqueda de paz y espacios para respirar. Elegir el color del año es, en esencia, traducir nuestras aspiraciones colectivas a un lenguaje visual universal.