Muchos pensamos que lo ideal es tener amigos en la universidad a partir de la mutua simpatía y del disfrute de la compañía de gente que nos cae bien.
No obstante, también hay quien piensa que en la universidad se deben elegir amigos con base en el criterio de la búsqueda de beneficios sociales y profesionales.
De acuerdo con el doctor Trujillo Correa, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, es un punto de vista más frecuente en las universidades estadounidenses.
“Se trata de generar amistad más por sentido instrumental que por un sentido de pertenencia o afectivo: ‘Con quién me relaciono de manera que pueda tener mayores beneficios y así obtener un mejor futuro'”.
Hacerse de amigos en la universidad con este criterio es, al fin, una forma de vínculo y de relación. Sin embargo, “aunque tal vez se favorezcan relaciones ventajosas a futuro”, añade el experto, “las consecuencias son una vida afectiva menos rica y menos diversa. Todo tiene sus ventajas y sus limitantes”.
El doctor Trujillo sugiere lo siguiente: “Conócete a ti mismo, porque a partir del conocimiento de uno mismo podemos desarrollar vínculos afectivos más por decisión propia y no tanto por expectativa social”.
Hacer las cosas de esta forma, concluye, “es darle sentido a la manera en la que te relacionas y te vinculas con las personas que realmente te aportan algo y a quienes tú les aportas algo. Es ver la amistad como una forma de desarrollo personal y conocimiento afectivo, y no como un intercambio económico o un beneficio a futuro”.