Harvard en México: Un encuentro de interés global creciente
Este verano, 12 estudiantes de la Universidad de Harvard llegaron a México para participar en pasantías durante dos meses en diversas organizaciones y proyectos de relevancia global.
¿Imaginas tener la oportunidad de vivir dos meses en México, sumergirte en nuestra cultura, y al mismo tiempo, colaborar en proyectos que pueden cambiar el mundo? Pues eso es lo que hicieron 12 estudiantes de Harvard este verano. Gracias al programa de pasantías del David Rockefeller Center for Latin American Studies (DRCLAS), estos jóvenes brillantes de Harvard vinieron a nuestro México para vivir una experiencia única y enriquecedora.
¡México, un laboratorio de ideas!
Desde las aulas de Harvard hasta los laboratorios de la UNAM, pasando por las oficinas de organizaciones como Ashoka y Otros Dreams en Acción, estos estudiantes pusieron en práctica sus conocimientos y habilidades en proyectos de gran impacto. Imaginen: ¡estudiantes de una de las universidades más prestigiosas del mundo trabajando codo a codo con investigadores mexicanos para encontrar soluciones a problemas reales como la escasez de agua o la desigualdad educativa!
Más que una pasantía: una aventura
Pero esta experiencia no se limitó al trabajo. Nuestros visitantes también tuvieron tiempo para conocer a fondo nuestra cultura. Visitaron sitios históricos, probaron nuestra deliciosa gastronomía, y hasta aprendieron a bailar. ¡Y lo más cool de todo? Se hospedaron con familias mexicanas, lo que les permitió conocer de primera mano nuestra forma de vida y crear lazos que perdurarán en el tiempo.
Un intercambio cultural que beneficia a todos
Este programa no solo beneficia a los estudiantes de Harvard. También es una oportunidad para que instituciones mexicanas como el CENEVAL y la UNAM colaboren con jóvenes talentos internacionales, enriqueciendo así su propio trabajo. Y, por supuesto, para que nosotros, los mexicanos, podamos mostrar al mundo lo mucho que tenemos que ofrecer.
Parte esencial de la experiencia fue la convivencia con familias anfitrionas, lo cual permitió a los estudiantes una inmersión cultural profunda. “Mi casa se convirtió en su hogar, y ella en parte de mi familia,” dijo Tania Galicia, quien participó en el programa como anfitriona.
Las investigaciones realizadas por los estudiantes contribuyeron significativamente a proyectos que apoyaron al gobierno mexicano y a diversas organizaciones locales. “Ellos tienen la habilidad de analizar datos que nosotros recabamos en nuestros laboratorios, convirtiéndose en una experiencia colaborativa que enriquece ambos lados.” señaló Citlalli Osorio Yáñez, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.