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¿Por qué el calor nos pone de mal humor?

El calor, por más que nos guste disfrutar del sol y la playa, también tiene un lado oscuro: afecta nuestro estado de ánimo. Averigua por qué aquí.

 ·  junio 3, 2024
¿Por qué el calor nos pone de mal humor?

Amiguis, ¿a ustedes también les pasa que con el aumento de las temperaturas, su paciencia se achica y su tolerancia se esfuma como helado al sol? ¡Tranqui! No están locos, ni se están volviendo “Grinch” antes de tiempo. El calor, por más que nos guste disfrutar del sol y la playa, también tiene un lado oscuro: afecta nuestro humor.

Conoce cuáles son las razones científicas detrás de este fenómeno tan común, especialmente en México, donde el calorcito puede ser tan intenso que hasta los santos se enojan.

1. El calor, un enemigo de nuestro cerebro:

  • Adiós, serotonina: El calor pone a nuestro cerebro a trabajar horas extras para regular la temperatura corporal. En este proceso, se agota la producción de serotonina, un neurotransmisor fundamental para la felicidad y el bienestar emocional.
  • Hola, cortisol: Al estar bajo la presión del calor, nuestro cuerpo libera más cortisol, la hormona del estrés. Esto nos vuelve más irritables, ansiosos e incluso impulsivos.
  • Menos concentración: Las altas temperaturas también afectan nuestra capacidad cognitiva. Nos cuesta más concentrarnos, recordar cosas y tomar decisiones, lo que puede aumentar la frustración y el mal humor.

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2. Dormir mal, humor peor:

  • Noches de insomnio: El calor intenso puede dificultar el sueño, ya que nuestro cuerpo lucha por mantener una temperatura agradable para descansar. La falta de sueño nos vuelve irritables, cansados y de mal humor.
  • Sueño fragmentado: Incluso si logramos conciliar el sueño, las noches calurosas suelen ser de sueño fragmentado e inquieto. Esto nos deja sin la sensación de descanso profundo que necesitamos para estar de buen humor al día siguiente.

3. Deshidratación y mal humor:

  • Adiós, líquidos: Con el calor, sudamos más y perdemos líquidos con mayor facilidad. Si no nos hidratamos adecuadamente, podemos deshidratarnos, lo que provoca fatiga, dolores de cabeza e irritabilidad.
  • Electrolitos perdidos: La deshidratación también nos hace perder electrolitos importantes, como el sodio y el potasio, que son esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Esto puede afectar nuestro estado de ánimo y hacernos más propensos a la irritabilidad.

4. Factores que empeoran la situación:

  • Falta de aire acondicionado: Si no tenemos aire acondicionado en casa o en el trabajo, el calor puede ser aún más insoportable, lo que aumenta los efectos negativos en nuestro estado de ánimo.
  • Condiciones de hacinamiento: Vivir o trabajar en espacios hacinados y con poca ventilación empeora la sensación de calor y aumenta la irritabilidad.
  • Problemas de salud: Ciertas condiciones de salud, como enfermedades cardíacas, problemas respiratorios o diabetes, pueden hacer que las personas sean más sensibles a los efectos del calor en el estado de ánimo.

¿Qué podemos hacer para combatir el calor infernal y mantener el buen humor?

  • Hidratación constante: Beber agua fresca con frecuencia, incluso si no sentimos sed.
  • Ropa fresca y holgada: Elegir prendas de colores claros y telas transpirables que permitan la circulación del aire.
  • Evitar el sol en las horas pico: Limitar la exposición al sol entre las 10 am y las 4 pm, cuando los rayos son más intensos.
  • Buscar lugares frescos: Pasar tiempo en lugares con aire acondicionado o sombra, como parques, centros comerciales o bibliotecas.
  • Duchazos refrescantes: Tomar duchas o baños fríos con frecuencia para bajar la temperatura corporal.
  • Alimentación saludable: Consumir frutas, verduras y ensaladas que ayuden a mantener el cuerpo hidratado y fresco.
  • Dormir en un ambiente fresco: Asegurar una buena ventilación en la habitación y utilizar ropa de cama ligera.
  • Técnicas de relajación: Practicar yoga, meditación o respiración profunda para reducir el estrés y la ansiedad.
  • Paciencia y comprensión: Ser pacientes y comprensivos con nosotros mismos y con los demás, ya que el calor puede afectar el humor de todos.

Recuerda que el verano no tiene que ser sinónimo de mal humor. Siguiendo estos consejos y siendo conscientes de cómo el calor afecta nuestro cuerpo y mente, podemos disfrutar del sol y las altas temperaturas sin que nuestro humor se derrita como un helado al sol. ¡Ánimo y a disfrutar del verano!

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