¿Por qué comemos 12 uvas en año nuevo? Origen de esta tradición en nochevieja

Cada 31 de diciembre, a punto de que el reloj marque la medianoche, millones de manos en México, España y gran parte de Latinoamérica se alistan con un pequeño arsenal: doce uvas. Es un ritual casi universal, un meme vivo que se repite año tras año. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué hacemos esto? La historia detrás del origen de las uvas en año nuevo no es mágica, sino profundamente humana, con giros que van de la burla a la astucia comercial. Lejos de ser una tradición milenaria, su historia es un fascinante viaje que comenzó hace poco más de un siglo.

¿España, década de 1880? El comienzo de todo

La pista nos lleva directamente a España. La teoría más citada sugiere que el origen de esta costumbre de fin de año se remonta a la década de 1880. La burguesía española, copiando a la francesa, celebraba la Nochevieja con uvas y champán. Pero la tradición popular, la que conocemos hoy, nació como una sátira.

• La burla madrileña: Algunos madrileños, quizás entre risas y crítica social, empezaron a acudir a la Puerta del Sol a escuchar las campanadas de medianoche… ¡comiendo uvas! Era una forma irónica de imitar a los ricos.
• Un ritual de “los de abajo” que subió: Esta práctica callejera y desenfadada fue ganando terreno hasta convertirse en un símbolo festivo para todos.

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La teoría del “marketing viral” de 1909

Aquí viene el giro más jugoso. Otra teoría, igualmente sólida, sitúa el origen de las doce uvas de la suerte en 1909. Los productores de uva de Alicante (España) tuvieron una cosecha excepcionalmente abundante. Para sacarse de encima el excedente de uva Aledo, idearon una campaña brillante: promocionarlas como las “uvas de la buena suerte” para Nochevieja. Funcionó tan bien que el ritual se institucionalizó.

El viaje a América: cómo llegó la tradición a México y otros países

La tradición cruzó el Atlántico con la migración y los medios de comunicación. En países como México, Venezuela, Perú o Colombia, se adoptó con fervor, adaptándose a cada cultura.

• En México: Se integró perfectamente a las celebraciones, junto con la maleta, el dinero en el zapato y la ropa interior de color. Aquí, cada uva suele asociarse a un deseo o un propósito para cada mes.
• Adaptaciones locales: En algunos sitios, las uvas son verdes, en otras rojas; algunos las comen con las campanadas en TV, otros en la plaza del pueblo. La esencia permanece: 12 uvas, 12 campanadas, 12 oportunidades para la buena fortuna.

¿Qué significa realmente cada uva?

Más allá del origen histórico de comer uvas, el ritual se cargó de simbolismo:

• Representan los 12 meses del año que entran.
• Cada una es una oportunidad para pedir un deseo o propósito.
• Son un acto de optimismo colectivo, una pequeña cábala compartida con familiares o amigos para atraer prosperidad.