¿Cuál fue e origen del VIH: el mito sobre el "paciente cero"

¿Cuál fue e origen del VIH: el mito sobre el “paciente cero”

Durante años, se culpó a un hombre de empezar la epidemia de SIDA en EE.UU. La realidad, respaldada por la genética, es mucho más compleja y fascinante. Te contamos cómo se construyó y derrumbó el mito del "paciente cero".

 ·  diciembre 1, 2025
¿Cuál fue e origen del VIH: el mito sobre el “paciente cero”

Por décadas, la historia del SIDA tuvo un villano oficial: Gaétan Dugas, el llamado “paciente cero sida”. Se le pintó como un irresponsable que, conscientemente, había esparcido el virus por Norteamérica. Pero ¿y si todo, absolutamente todo, fue un monumental error mezclado con pánico social y mala ciencia?

El nacimiento de un mito

A principios de los 80, los CDC (Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU.) investigaban un brote misterioso. Al rastrear contactos sexuales entre los primeros pacientes, identificaron a Gaétan Dugas, un sobrecargo francocanadiense. En sus gráficos, lo etiquetaron como “Patient O”, donde la “O” significaba “Out-of-California” (fuera de California). No era un cero, era una letra.

  • El error clave: Alguien (periodistas, otros investigadores) interpretó esa “O” como el número “0”.
  • El combustible mediático: Libros como “And the Band Played On” y la prensa sensacionalista corrieron con la idea de un “paciente cero“, un caso primigenio y único. Dugas, ya fallecido, no podía defenderse.

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Lo que la ciencia dice: el virus ya viajaba mucho antes

La verdad siempre estuvo en el código genético del virus. Estudios de filogenética (el árbol genealógico viral) publicados años después demostraron lo siguiente:

  • El VIH llegó a EE.UU. desde el Caribe alrededor de 1970, casi una década antes de que se identificaran los primeros casos.
  • Existieron múltiples introducciones independientes del virus al continente, no una sola cadena que partiera de una persona.
  • Los análisis de muestras de sangre de la época prueban que el virus ya circulaba silenciosamente en varias ciudades norteamericanas mientras Dugas era un adolescente.

En resumen: Gaétan Dugas fue un paciente temprano, visible para los epidemiólogos por su vida social activa, pero de ninguna manera el origen. Fue una víctima más que, irónicamente, terminó cargando con el estigma de ser el supuesto paciente cero del sida.

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La verdad histórica: más allá del chivo expiatorio

Buscar un “paciente cero” es, en el fondo, un intento humano por encontrar un origen simple y un culpable para tragedias complejas. La narrativa del “paciente cero sida” cumplió una función nefasta:

  • Desvió la atención de los fallos estructurales en la respuesta de salud pública.
  • Alimentó el estigma contra la comunidad homosexual y los enfermos de SIDA.
  • Simplificó una pandemia global a la anécdota falsa de un solo hombre.

Hoy, Gaétan Dugas ha sido exonerado por la misma ciencia que una vez se usó mal para señalarlo. Su historia nos deja una lección crítica: en las epidemias, señalar con el dedo es más fácil que hacer buena ciencia y compasión. El verdadero “origen” del desastre no fue una persona, sino una mezcla de desconocimiento, miedo y desinformación que, afortunadamente, la razón logró aclarar.