Esto es lo que costó en subasta un iPhone de primera generación sin abrir
Se llevó a cabo la subasta de un iphone de primera generación nuevo, y no vas a creer la ridícula cantidad que se pagó por el dispositivo.
¿Team iPhone y Apple? De ser así, seguro te emocionaría contar con la primera versión del icónico dispositivo móvil que presentó Steve Jobs. Pues resulta que en octubre del año pasado se hizo pública la venta de un iPhone de primera generación totalmente nuevo y sellado por 39.000 dólares. Pero esto no termina ahí, pues la subasta del iPhone terminó en una ridícula e histórica cantidad.
La subasta del iPhone 1
La casa de subastas inició las pujas el pasado día 2 de febrero, partiendo de un precio base de 2.500 dólares. Pero fue hasta el pasado domingo 19 de febrero, o sea, poco más de dos semanas después del inicio de la puja, la subasta del iPhone finalizó por un valor de 63.000 dólares.
En total se recibieron 27 ofertas que dispararon el precio de subasta de este iPhone de primera generación hasta la cifra a la que se vendió. Los organizadores de la puja se sorprendieron ante la oferta, puesto que esperaban un precio final de entre veinte y cuarenta mil dólares.
Características del iPhone 1, o primera generación
El modelo subastado se trata de un iPhone de primera generación original, con cámara de 2MP y 8GB de memoria interna, lanzado en el año 2007. Tal y como se puede comprobar en las imágenes de la casa de subastas, el dispositivo está completamente nuevo y sin sacar de su caja.
Y... ¿a quién pertenecía el iPhone 1?
El propietario que mantuvo intacto durante tantos años y sin sacar de su caja este iPhone de primera generación, pertenece a Karen Green, una artista tatuadora de Nueva Jersey a la que le regalaron el terminal en 2007.
Green no pudo utilizar el dispositivo ya que este únicamente funcionaba con la red AT&T, mientras que ella tenía contrato con la operadora de telefonía Verizon. Es por ello que nunca llegó a sacar el iPhone de su caja, que en aquel momento tuvo un precio de 599 dólares.
Qué buen regalo, después de todo, ¿verdad?
