Conoce la leyenda de la icónica Flor de Cempasúchil

La historia nos transporta a la época prehispánica, donde dos jóvenes amantes, Xóchitl y Huitzilin, se juraron amor eterno.

 ·  octubre 28, 2024
Conoce la leyenda de la icónica Flor de Cempasúchil

¿Por qué el cempasúchil es la flor por excelencia del Día de Muertos? Más allá de su vibrante color y aroma inconfundible, esta flor de cempasúchil encierra una leyenda milenaria que habla de amor, muerte y la conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

Un amor que trasciende la muerte

La historia nos transporta a la época prehispánica, donde dos jóvenes amantes, Xóchitl y Huitzilin, se juraron amor eterno. Para honrar a Tonatiuh, el dios del sol, escalaban una montaña cada tarde para ofrecerle flores. Su amor era tan intenso que incluso desafiaba las leyes de la muerte.

El nacimiento de la leyenda de la flor de cempasúchil

La historia empieza con el nacimiento de dos niños, Xóchitl y Huitzilin, quienes compartieron su infancia y crecieron juntos. Su amistad floreció hasta transformarse en un tierno amor juvenil.

Su cariño era tan profundo que un día decidieron subir a una colina, donde se encontraba Tonatiuh, el dios del Sol, para pedir su bendición y asegurar que su amor pudiera perdurar. Tonatiuh, conmovido por su petición, les dio su aprobación.

Sin embargo, el destino tenía otros planes. Huitzilin fue llamado a la guerra para proteger a su pueblo y, durante la batalla, cayó herido y murió. Xóchitl, destrozada por la pérdida de su amor, suplicó a Tonatiuh que le permitiera reunirse con él en la eternidad.

Tonatiuh, al verla tan afligida, lanzó sobre ella un rayo dorado, transformándola en una hermosa flor cerrada en forma de botón. Mucho tiempo después, un colibrí, atraído por su dulce fragancia, se posó en sus hojas. En la cosmovisión prehispánica, se creía que los espíritus de los difuntos regresaban en forma de colibríes.

Al sentir la presencia de su amado, la flor se abrió, revelando su vibrante color amarillo y múltiples pétalos: era el cempasúchil. Huitzilin, ahora convertido en colibrí, había regresado, y su amor renacía para siempre. Mientras existan los colibríes y las flores de cempasúchil, su amor seguirá vivo eternamente.

ilustración con una mujer calavera que sostiene una flor de cempasúchil y un colibrí

El Camino a Mictlán

Los antiguos mexicanos creían que el aroma del cempasúchil guiaba a las almas de los difuntos en su camino hacia Mictlán, el inframundo. Sus pétalos, como un sendero luminoso, señalaban el hogar de los muertos. Por eso, durante el Día de Muertos, se adornan los altares con esta flor, creando un puente entre los dos mundos.

Aunque la leyenda del cempasúchil es hermosa y llena de simbolismo, también tiene una base científica. El intenso aroma de esta flor atrae a diversas especies de insectos, como las mariposas monarca, que se asocian con la migración y el ciclo de la vida y la muerte. ¿Lo sabías?

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