¿El amor engorda? Rompemos el mito con datos científicos reales

¿El amor engorda? Rompemos el mito con datos científicos reales

¿Tu relación viene con kilos extra? 🍕😅 No eres el único. La ciencia confirma que "el amor engorda" y nosotros te contamos TODAS las razones. ¿La mejor parte? También te decimos cómo usar vuestra conexión para revertirlo y poneros fit juntos.

 ·  septiembre 16, 2025
¿El amor engorda? Rompemos el mito con datos científicos reales

¿Has notado que el jean te aprieta un poco más desde que tienes pareja? No es tu imaginación. La frase “el amor engorda” es más que un simple meme; es un fenómeno respaldado por datos científicos. Si te has preguntado por qué ese estado de felicidad plena viene a veces con kilos de más, estás en el lugar correcto. Vamos a desglosar, sin mitos y con mucha data, qué pasa realmente con nuestro cuerpo cuando nos enamoramos.

El “efecto relación”: los números no mienten

Un estudio australiano de la Universidad Central de Queensland puso números a esta creencia popular. Tras seguir a miles de participantes durante una década, descubrieron que las personas en una relación estable tenían una tendencia clara a ganar peso. De hecho, en promedio, las mujeres podían llegar a subir hasta 7 kilos más que sus amigas solteras en ese lapso. ¿La razón? Un cóctel perfecto de biología, psicología y hábitos.

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¿Por qué sucede? Las 3 claves científicas

La ciencia ha identificado varios factores que explican por qué subir de peso en pareja es tan común:

  • El menú del amor: Las citas románticas suelen girar en torno a la comida. Cenas con copas de vino, pedir postre “para compartir” (y acabar pidiendo dos), y los tuppers de sobras de la suegra se convierten en la nueva normalidad. La dieta se fue con la soltería y dio paso a un consumo calórico más alto y, a menudo, menos consciente.
  • La seguridad emocional: Al inicio de una relación, queremos impresionar. Pero cuando nos sentimos cómodos y seguros, bajamos la guardia. Este bienestar puede traducirse en permitirse más antojos, picar más seguido y reducir la actividad física. Es la comodidad de saber que te quieren tal como eres (o al menos, eso creemos).
  • El síndrome de la pizza compartida: Este es un clásico. Si tu pareja pide una hamburguesa con extra de bacon, es muy poco probable que tú te quedes con una ensalada de lechuga. Los hábitos en pareja, especialmente los alimenticios, son contagiosos, y casi siempre nos contagiamos de los menos saludables.

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La buena noticia: el amor también puede ponerte fit

Aquí está el giro inesperado: el mismo vínculo que puede llevar a ganar kilos en una relación es la herramienta perfecta para revertirlo. La motivación compartida es un motor poderoso.

  • Convertir las citas de comida en citas activas (un paseo en bici, ir al rocódromo, una clase de baile).
  • Cocinar juntos en casa, probando recetas saludables y deliciosas.
  • Animaros mutuamente a ir al gimnasio o salir a correr.

En resumen, el amor engorda… si se lo permites. Pero con conciencia y planes alternativos, esa misma conexión puede ser el mejor apoyo para construir un estilo de vida más saludable. Al final, todo depende del menú y de los planes que elijáis juntos.