¿Emociones atrapadas? Aquí es donde las almacenas
Investigaciones realizadas ya en 1992, junto con otras más actuales, apoyan la conexión mente-cuerpo, o la creencia de que la salud mental y emocional de una persona repercute en el estado de su salud física.
¿Has escuchado el término bagaje emocional, equipaje emocional o carga emocional? A veces, se usa para describir el fenómeno de arrastrar traumas pasados o las llamadas experiencias negativas a lo largo de la vida, las relaciones o la carrera. Puedes ver esto reflejado en la postura de alguien, todos arrastramos, en cierta medida, emociones no procesadas de las experiencias vividas. Sin embargo, las emociones atrapadas, es decir, las que no se tratan no desaparecen de la nada si no trabajamos en ellas.
De hecho, pueden afectar:
- la forma en que piensas de ti mismo
- cómo reaccionas al estrés
- tu bienestar físico
- tus relaciones con los demás
¿Cómo quedan atrapadas las emociones?
Investigaciones realizadas ya en 1992, junto con otras más actuales, apoyan la conexión mente-cuerpo, o la creencia de que la salud mental y emocional de una persona repercute en el estado de su salud física.
Un ejemplo clásico es el miedo.
Si te encuentras en una situación en la que tienes miedo, tu cuerpo genera una respuesta física a esta emoción activando la respuesta de lucha-huida-inmovilización.
Según Bradley Nelson, DC, cuando se experimenta una emoción ocurren tres cosas.
- Desarrollamos una vibración emocional.
- Sentimos la emoción y cualquier pensamiento o sensación física asociada a ella. Es aquí donde entra en juego la interconexión de la mente y el cuerpo.
- Pasamos de la emoción cuando la procesamos.
Según Olson y otras investigaciones, el procesamiento emocional se produce en las estructuras límbicas del cerebro.
Estamos constantemente recibiendo información, lo que genera respuestas preconscientes del sistema nervioso autónomo. Esto envía una señal al cuerpo que activa la emoción correspondiente.
En otras palabras, tu “sensación” proviene de lo que te dice tu sistema nervioso.
Según Nelson, cuando el segundo o tercer paso mencionado anteriormente se interrumpe, la energía de la emoción queda atrapada en el cuerpo. Como resultado, podrías experimentar tensión muscular, dolor u otras dolencias.
Y entonces, ¿en qué parte del cuerpo se almacenan las emociones atrapadas?
¿Has sentido alguna vez una opresión en el pecho durante una situación que te produce ansiedad? ¿O notas que te sienta bien estirar las caderas después de un día emocionalmente agotador?
La parte en la que una persona siente tensión o sensibilidad en su cuerpo puede no ser la misma que para otra.
Por ejemplo, la ira, el miedo y la ansiedad mostraron una mayor actividad en el pecho y la parte superior del cuerpo. Esto puede explicar el origen de expresiones como “cabeza caliente” o “llevar el peso del mundo sobre los hombros”.
Estas emociones también pueden dar un impulso al sistema nervioso simpático para crear una respuesta rápida en el cuerpo. Por eso puedes sentir que tu corazón late, o que tus músculos se tensan cuando te pones nervioso o estresado.