¿Tus amistades adolescentes predicen tu vida amorosa? La ciencia dice que sí

¿Tus amistades adolescentes predicen tu vida amorosa? La ciencia dice que sí

¿Crees que tus crushes de la prepa te entrenaron para el amor? Un revelador estudio de la Universidad de Virginia tiene una respuesta sorprendente: no fueron esos primeros amores, sino las amistades sólidas las que realmente moldearon tu capacidad para amar en la adultez.

 ·  octubre 3, 2025
¿Tus amistades adolescentes predicen tu vida amorosa? La ciencia dice que sí

¿Recuerdas los dramones, los corazones rotos y la intensidad de tus primeros amores adolescentes? Es fácil pensar que esos crushes de prepa fueron tu bautizo en el mundo del romance. Pero, ¿y si te decimos que el entrenamiento real para el amor y la amistad en la adolescencia no vino de esos ligues, sino de tu squad, de esos amigos con los que viviste todo?

Un estudio de la Universidad de Virginia que siguió a 165 personas desde los 13 hasta los 30 años llegó a una conclusión reveladora: la calidad de tus relaciones románticas adultas no la predicen esos primeros amores, sino la fortaleza de tus amistades adolescentes. Con ellos fue con quienes realmente aprendiste las lecciones profundas que hoy aplicas, a veces sin saberlo, en tu vida amorosa.

Tu squad adolescente: el mejor coach emocional

Fue en ese laboratorio de vida llamado adolescencia donde, entre clases y planes, tus amistades sólidas se convirtieron en tu primer campo de entrenamiento para la inteligencia emocional. Lejos de la presión romántica, estos vínculos te enseñaron lo esencial:

  • A leer la “fucking vibra”: Desarrollaste una antena para detectar emociones ajenas. ¿Está tu friend triste? ¿Molesto? Esa misma habilidad es crucial hoy para entender las necesidades de tu pareja.
  • El valor de la confianza y la lealtad: Aprendiste que los secretos se guardan y que se aparece en los malos momentos. Esta es la base de toda relación sana futura, la certeza de tener a alguien en quien confiar plenamente.
  • El arte de pelear y reconciliarte (sin ghostear): Con tus amigos tuviste desacuerdos, discusiones y, lo más importante, reconciliaciones. Aprendiste a manejar el conflicto, a ceder y a perdonar, habilidades vitales para cualquier pareja estable.

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¿Y si no tuve ligues? ¡Mejor aún!

El estudio es claro: si no tuviste muchos romances en esa etapa, pero cultivaste amistades fuertes, tus probabilidades de tener relaciones satisfactorias en la adultez aumentan. Esto se debe a que el aprendizaje emocional y las habilidades sociales que se forjan en la amistad son más transferibles y duraderos que los de un enamoramiento temprano, a menudo cargado de idealización.

En resumen, esas amistades de la adolescencia no fueron solo compañía para pasar el rato. Fueron el pilar invisible que te entrenó en confianza, empatía y resiliencia. Así que la próxima vez que recuerdes con cariño a tus amigos de la prepa, agradéceles no solo por los buenos momentos, sino por haber sido los arquitectos secretos de tu capacidad para construir un amor adulto más sano y pleno.