¿Qué genera la procrastinación en el ámbito académico?

La procrastinación se puede dar en diferentes ámbitos de nuestras vidas: el familiar, el escolar, y el laboral. ¿Cómo la reconocemos?

 ·  agosto 19, 2024
¿Qué genera la procrastinación en el ámbito académico?

El término procrastinar ha ganado popularidad en los últimos años, y prácticamente todos hemos vivido sus efectos. ¿Pero qué significa procrastinar? Procrastinación se refiere a diferir o aplazar, aunque normalmente entendemos esta palabra como el hecho de evitar hacer algo que debemos hacer y posponerlo hasta el último momento posible.

La procrastinación se puede dar en diferentes ámbitos de nuestras vidas: el familiar, el escolar, y el laboral.

Procrastinación buena, ¿es posible?

Paul Graham en el episodio “La procrastinación buena y la procrastinación mala” de la serie “Hackers y Pintores”, se pregunta si la procrastinación puede ser buena en ciertos momentos, y la respuesta está en cómo se entienda el término.

En realidad, siempre estamos procrastinando; es decir, siempre dejamos de hacer una cosa por hacer otra. La clave está en qué hacemos mientras dejamos de hacer otras cosas. Si no hacemos nada o hacemos cosas poco importantes en lugar de realizar tareas prioritarias, estaremos empleando una mala procrastinación.

Si, por el contrario, nos concentramos en actividades que tendrán un resultado de mayor importancia, estaremos practicando la procrastinación buena, anteponiendo las tareas más importantes a las que pueden realizarse en otro momento.

¿Qué provoca la procrastinación?

En el ámbito académico, la procrastinación puede ser un elemento sumamente negativo para el desempeño escolar, aunque posponer la realización de algunas tareas o proyectos puede deberse a diversas razones, como falta de tiempo debido a trabajos a tiempo parcial, o simplemente por atender otras actividades sociales. A continuación revisamos algunas de ellas y cómo evitar caer en esa mala procrastinación de la que habla Graham:

Falta de organización

La principal razón para procrastinar y no hacer lo que se tiene que hacer es la falta de organización en el tiempo que dedicamos a nuestras actividades académicas. Es muy común que pasemos de una actividad a la otra sin terminar la primera y que siempre evitemos hacer lo que no nos gusta o lo que nos cuesta más trabajo. Cada actividad requiere de su propio tiempo, por muy difícil que cada de una sea.

Es relativamente fácil administrar el tiempo cuando nos dedicamos a los estudios. Existen muchas agendas y aplicaciones electrónicas con funcionalidades que te permiten organizar tu tiempo de manera eficiente. Con ellas, no solamente puedes administrar el tiempo, sino que puedes también utilizarlas como herramienta de comunicación y organización, por ejemplo en el caso de un trabajo en equipo.

Falta de tiempo suficiente

No tener tiempo para algo es la consecuencia directa del punto anterior. Si no administramos nuestro tiempo de manera adecuada, nunca tendremos tiempo para terminar todas las actividades que debemos llevar a cabo.

Señala como ejemplo Paul Graham en su serie: “Las personas que no logran escribir una novela, no lo hacen sentándose frente a una página en blanco durante días sin escribir nada, lo hacen alimentando al gato, saliendo a comprar algo que necesitan para su apartamento, reuniéndose con un amigo para tomar un café o revisando el correo. No tengo tiempo para trabajar, dicen, se han asegurado de eso”.

Miedo al fracaso

Muchos estudiantes evitan hacer cosas sobre las que sienten que no tienen suficientes habilidades o conocimientos, por temor a ser criticados o parecer incompetentes ante sus compañeros o profesores.

Solamente recuerda que estás en la escuela para aprender y no tiene nada de malo preguntar o exponer lo que tú sabes. Tu mejor esfuerzo siempre será suficiente. No dejes que el miedo te paralice y evite que termines tus proyectos. Esto también puede aplicarse en el caso de evitar la procrastinación mala al momento de emprender.

Distracciones

En la actualidad uno de los máximos distractores es la tecnología. La posibilidad de estar conectado a la red puede ocasionar que estemos en diversas actividades al mismo tiempo y no nos concentremos en lo importante.

Al distraernos con el celular, por ejemplo, estamos cayendo en una procrastinación casi inconsciente. Cuando hagas una tarea evita el uso de dispositivos que te puedan distraer, o si necesitas utilizarlos, evita entrar a redes sociales, en las que solamente perderás el tiempo.

 

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