Mitos vs. Realidades del origen de Tenochtitlan hace 700 años

Mitos vs. Realidades del origen de Tenochtitlan hace 700 años

La antigua Tenochtitlan no fue solo un símbolo de poder, sino una hazaña de ingeniería y cosmovisión. Fundada en un islote, combinó mitos divinos y estrategias políticas para convertirse en el epicentro de Mesoamérica. ¿Qué hay de cierto en sus leyendas?

 ·  julio 30, 2025
Mitos vs. Realidades del origen de Tenochtitlan hace 700 años

magina una ciudad flotante, con palacios relucientes, mercados bulliciosos y canales que sustituían a las calles. Así era la antigua Tenochtitlan, el corazón del imperio mexica, cuya fundación en 1325 sigue rodeada de mitos y preguntas. ¿Fue un designio divino o una estrategia política? ¿Cómo lograron construir una metrópoli en medio de un lago? En este recorrido, desentrañamos las capas de historia y leyenda que hicieron de esta ciudad una de las más fascinantes de Mesoamérica.

1. El mito fundacional: ¿águila, serpiente o nopal?

La señal de Huitzilopochtli —el águila devorando una serpiente sobre un nopal— es el relato más conocido, pero las fuentes históricas revelan matices. Según el doctor Miguel Pastrana Flores (UNAM), los mexicas seguían tradiciones mesoamericanas donde lo sagrado moldeaba su realidad. La “señal divina” no estaba claramente definida; solo los teomamaque (sacerdotes) podían interpretarla. ¿Fue una metáfora política? Algunos estudios sugieren que el mito consolidó su identidad como pueblo elegido.

2. La ingeniería imposible: chinampas, calzadas y acueductos

Bernal Díaz del Castillo describió Tenochtitlan como “Venecia del Nuevo Mundo”. La ciudad se erigió sobre el lago Texcoco mediante:

  • Chinampas: Islas artificiales para agricultura, clave para alimentar a 200,000 habitantes.
  • Calzadas: Como la de Tlacopan (hoy Tacuba), que conectaba con tierra firme.
  • Sistema de agua: Acueductos y represas para controlar inundaciones.
    Este dominio lacustre, heredado de Aztlán, demostró que los mexicas no eran nómadas, sino expertos en adaptación.

3. El poder tras el islote: alianzas y conflictos

Tenochtitlan no surgió en el vacío. Los mexicas llegaron a un islote ya habitado y bajo el dominio de los tepanecas de Azcapotzalco, quienes les permitieron asentarse a cambio de tributo y apoyo militar. Su ascenso comenzó con la Triple Alianza (Texcoco y Tlacopan), pero también con tácticas brutales: el famoso “imperio mexica” se construyó mediante guerras y tributos.

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4. 1325: ¿fecha exacta o símbolo?

El año 1325 (Ome calli, “Dos Casa”) está tallado en el Teocalli de la Guerra Sagrada, pero no hay registros del día exacto. ¿Por qué se eligió? Pastrana Flores sugiere que pudo ser una “fecha ritual”, ya que no hay evidencia de fenómenos astronómicos vinculados. Además, la ciudad tardó décadas en volverse hegemónica: de pueblo lacustre a capital imperial.

5. Lo que perdimos: destrucción y redescubrimiento

La conquista española arrasó con archivos y templos, pero hoy la arqueología y códices como el Mendoza revelan detalles:

  • El mercado de Tlatelolco: Donde 60,000 personas comerciaban diariamente.
  • El Templo Mayor: Centro cósmico donde convergían mito y poder.
  • El nombre “Tenochtitlan”: Deriva de tetl (piedra) y nochtli (tuna), simbolizando resistencia.

La antigua Tenochtitlan fue una obra maestra de ingenio y fe. Su historia, entre mitos y realidades, nos recuerda que las ciudades no solo se construyen con piedras, sino con relatos que las vuelven eternas. ¿Qué otros secretos guardan sus ruinas bajo el México moderno?