Menstruación sustentable: ¿qué opciones hay?
Para conseguir reducir el impacto en el planeta durante los días de la menstruación, cada vez hay más alternativas que reducen la utilización de productos de un solo uso. Conoce estas opciones.
A pesar de que cada vez hay más mujeres que deciden utilizar productos para una menstruación sustentable como toallas reutilizables, copas o calzones menstruales, la mayoría de quienes menstrúan siguen usando productos desechables, y al hacer el cálculo, los números no dejan de impactar.
La menstruación y su impacto en el medioambiente
Los productos de higiene femenina de un solo uso, como compresas, tampones o salvasplis, suponen una gran suma al resto de residuos difícilmente reciclables. Son aproximadamente 100 mil millones de productos para la menstruación los que se botan cada año en todo el mundo, desechos altamente contaminantes que demoran siglos en degradarse.
Para tomar la mejor decisión y poner tu granito de arena en pro de nuestro planeta, aquí te contamos de 4 alternativas para poner en práctica la menstruación sostenible. Conoce sus particularidades.
Alternativas para una menstruación sustentable o sostenible
Copa menstrual
¿Cómo funciona? La copa es un receptáculo reutilizable que se introduce en la vagina y crea un sello de vacío, impidiendo la filtración del fluido menstrual hacia la ropa, logrando recoger más que una toalla o un tampón. La copa es cada vez más popular: según la revista Lancet Public Health, que examinó 43 investigaciones sobre el tema —en las cuales se consideraron 3.300 mujeres y niñas de países ricos y pobres—, el 70% de las personas quisieron seguir usando copas menstruales luego de familiarizarse con el producto. Además, uno de los estudios identificó que la posibilidad de fuga, comparada con los artículos desechables, es mucho menor usando la copa.
Compresas de tela
Tienen el mismo funcionamiento que las toallas clásicas desechables, con la gran diferencia de que éstas son lavables y reutilizables, e incorporan alas con broches para fijar su permanencia y evitar el movimiento en la ropa interior. Ideales como primer paso hacia una higiene más sustentable para quienes han usado las toallas tradicionales. Pueden durar hasta 4 años, así como una vez acabada su vida útil se pueden compostar.
Pantis menstruales
Esta otra opción para practicar la menstruación sustentable funciona tal y como un panti normal, solo que cuentan con una adaptación en la parte de la zona de la vagina que hace la labor de absorción, funcionando de manera similar a las compresas de tela. Estas opciones cuentan con sistemas que evitan humedades, tiene una absorbencia máxima y un tejido que evita olores. Existen de distintas tallas y también con distinta capacidad de protección. Además, la oferta es cada vez más amplia, por lo que se pueden encontrar varios modelos: de tiro alto, bajo, deportivos, con encaje, con estampado… la variedad es infinita, y pueden usarse como complemento para otro producto de higiene o de manera única.
Esponjas menstruales
¡Sí, así como lo lees! Se trata de una opción para la menstruación sustentable menos conocida. Crecen en los fondos marinos de la costa mediterránea. Son muy absorbentes y antibacterianas y su vida útil es de un año. Su uso es similar al de un tampón, aunque con la clara ventaja de ser una alternativa ecológica dado que la esponja es natural, biodegradable y reutilizable (con el consiguiente ahorro de dinero que esto implica).
Cuando la esponja concluye su vida útil (te puede durar hasta un año) la puedes desechar junto a la basura orgánica o incluso utilizarla como abono para tus plantas.