Spanglish a la mexicana: anglicismos mexicanizados que usas sin darte cuenta
El español de México es un mosaico cultural vibrante. Una de sus facetas más divertidas es la creación de anglicismos mexicanizados, palabras que tomamos del inglés y les dimos nuestra propia identidad, sonido y hasta nuevo significado. ¿Alguna vez has dicho que vas a lavar tu "overol" o que algo te dejó "en el nocaut"? Sigue leyendo, porque esto te va a sorprender.
¿Alguna vez has parado a pensar en la cantidad de palabras en inglés que se cuelan en tus conversaciones diarias? No hablamos de usar “marketing” o “software”, sino de esas palabras que están tan integradas en nuestro español que ya ni siquiera las reconocemos como extranjeras. Son los anglicismos mexicanizados: términos que cruzaron la frontera, se quitaron el saco, se pusieron una playera y se echaron un taco al pastor, volviéndose 100% mexicanos.
Este fenómeno lingüístico es el resultado de la vecindad, la cultura pop y la pura inventiva mexicana para adaptar lo ajeno y hacerlo propio. Estas palabras tienen historias detrás que son tan curiosas como divertidas. Prepárate para descubrir el origen de expresiones que usas todo el tiempo y que quizá no sabías que tenían un pie en el inglés.
Anglicismos que los mexicanos tomamos del inglés (y mejoramos)
Aquí te desglosamos el origen de algunas de las palabras más comunes que demuestran cómo el mexicano es un maestro del spanglish mexicano.
- Firulais: Este es el nombre por excelencia de cualquier perrito callejero. Su origen es de película. Se dice que viene de la frase “free of lice” (libre de pulgas). En la frontera norte del siglo XX, las autoridades pedían a los agricultores que sus perros estuvieran “free of lice” para poder cruzar. ¡Y el nombre se quedó para siempre!
- Pipirisnais: ¿Conoces a alguien muy fancy o elegante? Esa persona es totalmente pipirisnais. La teoría más popular indica que proviene de una mala pronunciación de “people is nice” (la gente es agradable/fina). Aunque la gramática no sea correcta, el concepto de “nice” como elegante caló hondo en el lenguaje cotidiano.
- Bistec: ¡Sí, hasta la comida tiene su anglicismo adaptado! Viene directamente de “beef steak”. Lo tomamos, lo acortamos y lo hicimos nuestro para referirnos a ese delicioso filete de res a la plancha. Un claro ejemplo de préstamos lingüísticos culinarios.
- Overol: Esa prenda de trabajo de una sola pieza que todos tenemos (o hemos tenido) en el clóset. Su nombre nace de la frase “over all” (sobre todo), describiendo perfectamente una prenda que se lleva encima de toda la ropa.
- Nocaut: Del inglés “knock out”, este término del boxeo se coló en nuestro vocabulario diario para describir cualquier situación que te deje fuera de combate, ya sea un golpe literal o una jornada de estudio agotadora. Incluso generó el verbo “noquear”.
Más que palabras, son identidad
Estos anglicismos comunes en México no son solo errores o invasiones culturales; son el reflejo de un idioma vivo y dinámico que se adapta y se enriquece. Son la prueba de que la evolución del lenguaje es un proceso creativo y, a menudo, muy divertido. La próxima vez que le digas “firulais” a un perro o comentes que alguien va muy “pipirisnais”, sabrás que estás cargando con un pedacito de historia y cultura en cada palabra.
¿Qué otros anglicismos curiosos se te ocurren? ¡Cuéntanos en comentarios!