La nueva técnica de la UNAM para estudiar espermatozoides
Científicos del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han desarrollado una nueva técnica que permite visualizar el movimiento de los espermatozoides en tercera dimensión (3D), con el fin de detectar las anomalías que presentan a la hora de fecundar al óvulo. “Tener conocimiento básico sobre el movimiento del flagelo
Científicos del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han desarrollado una nueva técnica que permite visualizar el movimiento de los espermatozoides en tercera dimensión (3D), con el fin de detectar las anomalías que presentan a la hora de fecundar al óvulo.
“Tener conocimiento básico sobre el movimiento del flagelo podría servir para detectar fallas que impiden a esta célula fecundar al óvulo”, señaló el coordinador del Laboratorio de Imágenes y Visión por Computadora del IBt.
La primera conclusión con esta novedosa técnica fue que el calcio intracelular del espermatozoide humano varía de forma sincronizada con e movimiento de la cola o flagelo.
Es decir, el calcio presente en el espermatozoide mantiene una relación directa con el comportamiento de su nado, de ahí su relevancia para el flagelo, pues es la parte del espermatozoide que desempeña la función del movimiento.
¿Y antes no se podía observar cómo se movían los espermatozoides?
Sí, pero debido a su tamaño, y sobre todo a la velocidad con se mueven, había sido un problema observar su comportamiento en 3D, y es que, según comenta Corkidi, “sería un erro asumir que las características de movimiento vistas en el microscopio, en 2D, son cercanas a la realidad”.
Entonces, ¿cómo se logró tener esta toma en 3D?
Para tener una imagen de tal calidad, el equipo liderado por Corduki utilizó un microscopio óptico que le permitiera adaptar una cámara capaz de registrar hasta 8 mil imágenes por segundo.
“Para ello, hacemos oscilar la lente del microscopio 100 veces por segundo y tomamos miles de imágenes para captar diferentes planos ópticos a través del volumen en el que se mueve el flagelo en tres dimensiones. Luego computacionalmente hacemos la reconstrucción, animación y análisis 3D del flagelo”, explica el experto.
Por último, esto también sugiere no solo conocer las causas por las que los espermatozoides no logran fecundar el óvulo, y por tanto conocer las patologías, sino que, por otro lado, también es un conocimiento que se puede aplicar para la creación de nuevos anticonceptivos masculinos que actualmente son limitados.