El origen oculto del Monopoly: conoce a su verdadera inventora
Durante décadas, Charles Darrow fue celebrado como el genio creador del Monopoly. Pero la verdad es otra: una mujer rebelde llamada Lizzie Magie lo inventó 30 años antes con un mensaje anti-monopolista. Esta es su historia borrada.
¿Crees que conoces todo sobre el Monopoly? Piensa otra vez. Detrás del juego que ha provocado incontables disputas familiares por un hotel en Park Lane, se esconde una de las mayores injusticias en la historia de los juegos de mesa. La inventora del juego Monopoly no fue un hombre en la década de 1930, sino una mujer brillante y transgresora llamada Elizabeth “Lizzie” Magie, quien lo diseñó en 1903 con una misión clara: enseñar los peligros de los monopolios de tierra. Su historia es un relato de ingenio, apropiación y cómo el sistema silenció a una voz visionaria.
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¿Quién fue Lizzie Magie? Más que una inventora
Lizzie Magie (1866-1948) era una mujer fuera de su tiempo. Soltera e independiente, desafiaba las normas de género: fue secretaria, actriz, escritora y una férrea defensora de las teorías económicas del pensador Henry George. Su juego, “The Landlord’s Game” (El Juego del Terrateniente), patentado en 1904, era una herramienta pedagógica. No buscaba crear magnates inmobiliarios, sino demostrar cómo la concentración de propiedad en pocas manos generaba pobreza.

- Activista con un tablero: Usó el juego para simular las dinámicas económicas que su padre, un político antimonopolista, le había enseñado.
- Doble reglamento: Incluía un modo “Prosperidad” (todos ganan con la riqueza colectiva) y un modo “Monopolista” (el objetivo es arruinar a los demás). Solo el segundo sobrevivió.
- Elementos pioneros: Su tablero circular ya tenía propiedades, ferrocarriles, una casilla de “Cárcel” y el concepto de “alquiler”. La esencia del Monopoly moderno nació con ella.
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El gran robo: Charles Darrow y el mito del genio solitario
Mientras el juego de Magie circulaba en universidades y comunidades, Charles Darrow, un vendedor desempleado durante la Gran Depresión, lo descubrió. Su movimiento fue audaz: tomó el concepto, lo rediseñó con calles de Atlantic City y se lo vendió a Parker Brothers como su creación original. La empresa compró la narrativa —y la patente de Magie por una miseria—, lanzando una campaña de marketing que glorificaba a Darrow como el humilde hombre que se hizo millonario con una idea genial.
- Pago injusto: A Magie le dieron solo 500 dólares por los derechos de su patente, sin regalías.
- Historia falsa: Parker Brothers erigió el mito de Darrow, ocultando deliberadamente los orígenes reales del juego y a su verdadera creadora.
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Legado e impacto cultural: un mensaje distorsionado
El mayor triunfo irónico del Monopoly es que el juego que Lizzie Magie concibió para criticar los monopolios se convirtió en su símbolo global. Su legado fue borrado por décadas, un ejemplo clásico de cómo las contribuciones de las mujeres, especialmente las que cuestionaban el sistema, eran minimizadas o atribuidas a hombres.
Reconocerla hoy no es solo un acto de justicia histórica; es recordar que las ideas sobre economía y justicia social pueden llegar a nosotros desde los lugares más inesperados, incluso desde un tablero de juego.