Seamos honestos, es muy raro que al terminar con una pareja las cosas acaben del todo civilizadas. Y es que la mayoría de las veces los motivos por los que una pareja se separa se relacionan con situaciones poco gratas. Sin embargo, es el momento en el que vale la pena poner a prueba nuestra capacidad de acción. Por ello, aquí te dejamos una lista de cosas que deberías y no deberías hacer al momento de terminar una relación.
No hay amigo o amiga que no nos dé este sabio consejo, pero por alguna razón nos parece tenerlo todo bajo control. No obstante, llamar a tu ex o revisar su perfil de redes solo conseguirá confundirte y no te permitirás seguir con tu vida.
Los excesos no son nada buenos, para bien y para mal, y puede parecer que el alcohol, las fiestas excesivas y el trasnoche, son una buena opción para salir de tu tristeza, pero el cuerpo (tu salud) podría pasarte factura y ni siquiera se resolverá el problema.
Muchas veces, y gracias a las redes sociales, solemos compartir nuestro día a día con nuestros seguidores, amigos, familia, etc. Sin embargo, cuando pasamos por una ruptura amorosa, podemos expresar emociones que en realidad no queremos compartir del todo. Más vale, solo compartirlo con una persona de entera confianza, de preferencia, terapeuta.
¿Te ha pasado que cuando estás triste, escuchas esa canción que te pone aún más triste o te recuerda por qué estás triste? No es casualidad. Nuestro cerebro trabaja de tal manera que es como si nos pidiera que reforcemos su duelo con estímulos que estén a su mismo nivel emocional. De ahí que nos atraigan las películas tristes o románticas, las canciones que hablan de amores imposibles, etc.
Esta sería la regla principal, pues la relación y responsabilidad no solo recae en una persona en toda relación. Pero más allá de esto, solo lograrás caer en un círculo vicioso que solo te llevará a pensamientos sobre “qué habré hecho mal”. En ocasiones, uno de las personas evoluciona en un sentido diferente al que los unió en un principio, el amor se acaba y no podemos hacer otra cosa más que asumirlo.
Tratemos de imponernos nuevas rutinas. Hagamos cambios, incorporemos nuevas experiencias, nuevos objetivos, hobbies, etc. No pienses en lo que hubiera podido ser y no fue.
Muy probablemente, el amor no desaparezca de un día para otro; así que vive tu dolor con calma y quédate con los mejores recuerdos de la relación.
Date permiso de sentir, pues no todo el tiempo tienes que estar con pensamiento positivo; por ejemplo, si estás triste y tienes ganas de llorar, no te aguantes, ya que lo peor que puedes hacer es tratar de esconder lo que sientes.
Así como de una risa decimos que es “contagiosa”, la energía que tus seres queridos emanan también se te puede contagiar y hacer que poco a poco te des cuenta de que hay mucho más allá de una relación amorosa y que terminar puede ser el comienzo de algo nuevo para ti.
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