No cabe duda de que con la cantidad de interrupciones al alcance de la mano, mantenerse productivo y concentrado en el trabajo puede ser todo un desafío. Si organizar tu tiempo adecuadamente se ha convertido en una lucha diaria para ti, a continuación te damos 10 tips que te ayudarán a ser más productivo en el trabajo o, incluso, a la hora de hacer un trabajo escolar:
Despertarte temprano y hacer valer al máximo las primeras horas del día te permitirá sacar provecho del momento en el que tu cerebro posee la mayor capacidad de concentración y tu cuerpo tiene más energía.
Incluso, puedes apoyarte de una pequeña rutina de ejercicios o bebe una taza de café mientras planificas el día para abrir camino a una máxima productividad a lo largo de la jornada.
Porque trabajar sin parar durante toda la semana es malo para tu productividad. Es decir, tampoco es conveniente caer en el exceso de querer trabajar todo el tiempo; tu cuerpo requiere tiempo para recuperarse, por lo que deberías planificar un día de descanso total a la semana. Al retomar el ritmo de trabajo estarás más feliz y relajado.
Adicionalmente, no te olvides de dormir no menos de seis hora diarias, ya que ello puede tener un fuerte impacto en tu productividad.
Llegó la hora de la comida y luego de ello sientes sueño o cansancio y dijiste esto es por el “mal del puerco”. Pues bien, si te ocurre constantemente, quizá debas corregir tu alimentación, ya que esto se debe a que los alimentos como pasta, pan, bebidas azucaradas y los alimentos ricos en grasa hacen que tu cuerpo libere glucosa –sustancia responsable de tu energía– muy rápidamente, pero luego esta energía decae tan rápida y bruscamente como subió.
Además, las comidas pesadas y altas en grasas exigen que tu cuerpo realice un mayor esfuerzo en su digestión, lo que te generará una sensación de cansancio y letargo.
¿Qué elegir? Alimentos como pescado, frutos secos, semillas, chocolate negro, aguacate y granos integrales pueden ayudarte a sentirte pleno y repleto de energía.
Si quieres aprovechar tu tiempo al máximo, primero debes saber exactamente en qué lo gastas. Quizá al principio parezca exagerado, pero no olvides que estarás creando un hábito y que después, sin darte cuenta, sabrás en qué sí y en qué no conviene que utilices tu tiempo laboral. Existen diversas aplicaciones, como DeskTime, Timesheet o MyMinutes, que te permiten contabilizar cuánto tiempo al día pasas chequeando tus mails, mirando el Facebook, haciendo ejercicio o trabajando. Tener esto claro te dará pistas para reflexionar acerca de tu productividad y comenzar a organizarte mejor.
Si tienes un gran proyecto, ya sea en el trabajo como en tu vida académica o personal, la forma más efectiva de concretarlo es dividirlo en pequeñas tareas, y a su vez asignarle una fecha límite a cada una de ellas. De esta manera, dejarás de posponer el trabajo y realmente comenzarás a hacer algo.
Las metas pequeñas se sentirán como todo un logro, por lo que querrás avanzar más y más.
Querer realizar varias y distintas tareas a la vez es perjudicial para la concentración y la productividad. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Michigan, el cerebro debe "reajustarse" cada vez que pasa de hacer una cosa a otra, lo que genera una pérdida de tiempo que podría haber sido evitada concentrándose en una cosa a la vez.
En otras palabras, aunque es posible realizar distintas tareas a la vez, esto no asegura que se haga con
¿Sabías que el trabajador promedio es interrumpido alrededor de once veces por hora? Las interrupciones por mínimas que sean impactan tu productividad, ya que al igual que el multitasking exigen que tu cerebro se adapte antes de retomar el flujo de trabajo.
Para prevenirlas, evita todas las distracciones que puedas controlar: silencia tu teléfono siempre que estés trabajando, manteniendo una conversación o pasando tiempo con tu familia; desactiva las notificaciones de chats o mensajes en tu computador y cierra sesión en Facebook, Twitter y otras redes sociales.
En lugar de chequear tu casilla de correo constantemente, asigna distintos momentos en el día y permítete verlos únicamente en esos horarios.
Dwight Eisenhower fue presidente de los Estados Unidos durante dos períodos que se destacó por su máxima eficiencia y productividad. De él surgió la “Caja de Eisenhower”, un método de organización de tareas que se basa en dividir todas las actividades pendientes en cuatro categorías:
Otro truco útil es la “regla de los cinco minutos”, ideal para evitar la procrastinación. Cuando estés evitando hacer una tarea, comprométete a dedicarte a ella por cinco minutos. Probablemente descubras que luego de esos cinco minutos no tendrás problema en seguir trabajando.
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