Todos tuvimos sueños grandiosos de niños: astronautas, cantantes, veterinarios de dinosaurios… Pero la vida adulta nos llevó por caminos más “prácticos”. Ahora, entre reuniones y facturas, vale la pena preguntarse: ¿tu niño interior reconocería con alegría tu profesión actual? ¿O se escondería decepcionado bajo la mesa?
Este test te ayudará a reflexionar (con humor) sobre si tu carrera honra esos sueños infantiles o si, sin querer, los traicionaste. 🚨
a) Algo creativo (artista, inventor, cuentacuentos).
b) Algo con poder (médico, profesor, presidente).
c) Algo mágico (superhéroe, hada, explorador).
d) “No sé, pero seguro era mejor que esto”.
a) “¡Usas muchos colores en tus gráficos! ¡Eres un mago!”
b) “¿Otra reunión? Aburrido… ¿jugamos después?”
c) “Al menos te pagan, ¿verdad?” (con mirada suspicaz).
d) “¿Y cuándo volvemos a saltar en charcos?”
a) ¡Sí! Hago algo muy parecido a lo que soñaba.
b) Un poco, pero con menos diversión y más burocracia.
c) Nada que ver, aunque me gusta.
d) Odio mi trabajo y mi niño interior lo huele.
a) “¡Con esto compramos TODOS los juguetes!”
b) “¿Solo? Pensé que ser adulto daba más dinero…”
c) “Bueno, al menos hay para un helado”.
d) “¿Y con eso sobrevivimos?” (preocupación precoz).
a) “¡Claro! Suena emocionante”.
b) “Mm… ¿y eso ayuda a alguien?”
c) “Suena complicado, pero confío en ti”.
d) “Prefiero no saber…” (se tapa los oídos).
a) Sí, ¡hay juguetes, colores y snacks!
b) Tiene plantas… eso cuenta, ¿no?
c) Es gris y silenciosa, pero mi computadora es rápida.
d) “Esto parece la prisión de los adultos”.
a) “¡Tienes tiempo para jugar después!”
b) “¿Trabajar más de 8 horas? Eso es trampa”.
c) “Al menos duermes… ¿verdad?”
d) “¿Y cuándo vivimos?”
a) ¡Totalmente! Cada día invento algo nuevo.
b) A veces, pero con muchas reglas.
c) Cero. Solo sigo instrucciones.
d) “¿Imaginación? ¿Qué es eso?” (trauma adulto).
a) “¡Escribes cartas secretas todos los días!”
b) “Demasiadas palabras… ¿puedo dibujar aquí?”
c) “¿Por qué todos están enojados en CC?”
d) “Prefiero mi cuaderno de garabatos”.
a) “¡Tu trabajo ES un juego!”
b) “Un rato de cada uno, por favor”.
c) “Jugar… pero entiendo que tienes que pagar renta”.
d) “JUGAR. SIN DISCUSIÓN.”
No se trata de cambiar de carrera, sino de rescatar esa chispa infantil: curiosidad, creatividad y momentos de juego. ¡Tu niño interior sigue ahí, esperando que lo invites a tu vida adulta y a que entienda tu LinkedIn!
Descubre nuestra selección de las mejores laptops para estudiantes, analizada por relación precio-calidad y adaptada…
Mattel y el MoMA presentan la Barbie Van Gogh, una muñeca de colección que rinde…
Explora las múltiples carreras sobre moda que van más allá del diseño. Desde marketing y…
La ENALLT abre su convocatoria de alta demanda. Aquí te decimos exactamente cómo, cuándo y…
¿Aburrido de diseñar diapositivas? Te enseñamos cómo usar un simple prompt para crear presentaciones en…
Una oportunidad única se extiende para los jóvenes capitalinos. El programa Aldea Juvenil, impulsado por…
Leave a Comment