Qué ficha de ajedrez serías según tu personalidad

Uno de los juegos de habilidad y destreza de larga tradición es el ajedrez y las características de sus emblemáticas piezas, bien pueden asemejarse a la personalidad de las personas. Descubre por qué en este artículo.

Las piezas de ajedrez tienen… personalidad. ¿Con cuál te identificas?

Los peones

Pequeños, con cortos pasos, tímidos en su avanzar. El resto de piezas puede infravalorarlos, pero tienen muy claro cuál es su camino: hacia delante, siempre hacía delante. De hecho, solo dejan de marchar en su camino cuando están seguros de que cambiar de dirección es lo mejor. Entonces dan un paso en diagonal. Pueden parecer insignificantes, pero pueden llegar muy lejos.

Las torres

Toscas por fuera, vigilan la partida desde su esquina, hasta que llega el momento de abandonar su guarida. Siempre buscando a quién proteger o seguir. El mejor escudo de los más débiles y el mejor apoyo para las piezas de más valor. No puedes desconfiar de una torre.

Los caballos

Tienen algo que el resto de la gente no puede entender, son especiales. Pueden saltar por encima de cualquier lógica. Son la representación del arte y la creatividad sobre el tablero. Ninguna ficha pudo comprender porque se movían así cuando empezaron a hacerlo, por eso los envidian aún.

Los alfiles

Casi todas las piezas quisieran trazar los mismos movimientos durante su partida, casi todas menos el propio alfil. En diagonal avanza cuando duda. Parece que está enamorado de lo que es, pero por dentro sus inseguridades le hacen pensar que es alguien pequeño. Siempre a la sombra de los reyes y reinas del juego, en su intimidad quisiera ser ellos.

La reina

Las demás fichas pueden apreciar su grandeza solo si miran hacia arriba. Al igual que el resto de las fichas puede ser representada tanto por una mujer, como por un hombre. La reinas siempre hace todo lo posible para triunfar, pero saber ganar no es una tarea sencilla. No tendrán piedad si deben pasar por encima de ti para alcanzar sus objetivos. Ambiciosas en demasía en demasiadas ocasiones, sus ansias de poder les suelen pasar factura.

El Rey

El monarca de la partida aun no sabe que lo es, por eso se mueve de manera similar a un peón. Si supiese que todo gira en torno a él…