Todes hemos escuchado las típicas razones por las cuales es bueno hacer ejercicio: “mejorar tu peso”, “fortalecer tus músculos y tus huesos”, “previenes enfermedades cardíacas”, etc. etc. etc. Pero ¿qué hay de tu cerebro? ¿Y si te dijera que el ejercicio es la mejor forma de volverte más inteligente?
Las maneras para cambiar la estructura cerebral son:
El cerebro existe para moverse. A más desarrollo cerebral, más movimientos complejos y adaptables podemos hacer. A menos movimiento, menos cerebro.
El ejercicio aumenta la producción de neurotrofina. Ésta es una familia de proteínas encargadas de ayudarte a producir nuevas neuronas y aparte es esencial para mantener un cerebro sano y flexible.
Si quieres cambiar tu forma de pensar, tus hábitos y cualquier cosa que involucre generar nuevas redes neuronales, necesitas neurotrofina.
A su vez, esta hormona te ayuda a evitar a largo plazo pérdidas cognitivas, demencia, alteraciones de la memoria, etc.
El ejercicio estimula la velocidad en la que incorporas información nueva en tu cerebro. De hecho, el ejercicio de esfuerzo es de las mejores opciones para mejorar tu rendimiento cerebral.
Está comprobado que al realizar ejercicio de alta intensidad antes de una clase, puede propiciar que las personas aprendan palabras nuevas en otro idioma 20% más rápido. Esto sucedes porque el cerebro cambia y modifica su estructura.
De 20 a 40 minutos son buenos para aumentar un 30% tus niveles de neurotrofina. Aparte el gran plus, reduce tu ansiedad y estrés porque el ejercicio disminuye tus niveles de cortisol en el cerebro.
El nivel alto de cortisol no solamente afecta tu estado de ánimo (con más estrés y ansiedad). El cortisol elevado por mucho tiempo acelera notablemente la velocidad en la que destruyes tu tejido cerebral.
De hecho, al ejercitarte estás adaptando a tu cuerpo para reaccionar mejor frente al estrés.
Todo lo que hacemos tiene una recompensa y esa motivación se genera en el cerebro por la famosa dopamina.
El ejercicio, además de aumentar la dopamina, hace que tengas más receptores para la dopamina en los centros de recompensa. Esto quiere decir que lo que antes te daba placer un 8 de 10, ahora te dará 10 de 10.
Por otra parte, cuando te ejercitas también aumentas la serotonina y la noradrenalina.
El ejercicio puede aumentar la cantidad de mitocondrias que tienes por célula, las cuales son tu fábrica de energía. A más mitocondrias, más energía produces por célula. Esto, a su vez, consume más calorías, por lo tanto, corregirás tu peso y tendrás más energía la cual es esencial para la concentración y el aprendizaje.
Hacer ejercicio siempre significas “más”:
Fuente: DR. LA ROSA
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