El cerebro humano no ha dejado de ser un misterio en el campo de la medicina, por esta razón se convierte en un objeto de estudio vital hasta hoy día.
Patologías aparentemente tan dispares como los trastornos del espectro autista, la esquizofrenia o la ansiedad tienen una base común: el desequilibrio entre los neurotransmisores excitadores e inhibidores, según una investigación que publicó la revista Cell Reports, liderada por Juan Lerma, responsable del grupo de Fisiología Sináptica del Instituto de Neurociencias en Alicante CSIC-UMH.
La zona del cerebro afectada por ese desequilibrio determina la patología y los síntomas asociados a ella.
El grupo de Javier Sáez Valero, del Instituto de Neurociencias de Alicante, demostró que la proteína beta amiloide provoca el fallo de otra proteína implicada en la memoria y el aprendizaje, denominada Reelina.
Con este trabajo, publicado en FASEB Journal, descifraron parte del mecanismo por el que esta proteína falla en su importante función.
El laboratorio de María Domínguez ha mostrado por primera vez que la inflamación oculta totalmente a las células tumorales, dotándolas con una especie de “manto de invisibilidad” que impide que el sistema inmune las detecte.
Además, pusieron a punto un sistema de cribado que permitirá seleccionar fármacos ya en uso contra procesos inflamatorios que puedan ser eficaces en este cáncer infantil, sin efectos secundarios. El trabajo se publicó en Cell Reports.
Después de la cirugía láser para corregir defectos de visión como la miopía, los pacientes tienen sensación de ojo seco que persiste varios meses.
En muchos casos, realmente no existe una falta de lágrimas que justifique los síntomas, pero el daño provocado a los nervios sensoriales de la córnea durante la intervención confunde al cerebro y crea la sensación falsa de sequedad o “sequedad fantasma”.
Las responsables de esta sensación fantasma son las neuronas que detectan el frío en la superficie del ojo, como acaba de descubrir el Grupo de Neurobiología Ocular liderado por Carlos Belmonte.
El cannabidiol, uno de los componentes más abundantes de la marihuana (cannabis sativa), sin efectos adictivos, puede ser útil para tratar la adicción al alcohol y a la marihuana.
Lo ha descubierto el grupo de Neuropsicofarmacología Traslacional liderado por Jorge Manzanares en el Instituto de Neurociencias de Alicante.
El trabajo demuestra en modelos animales que el cannabidiol reduce la abstinencia, ansiedad y los cambios que se producen en el cerebro.
Algunas de las complicaciones neurológicas que puede causar covid-19, según un nuevo estudio dirigido por el University College de Londres y el University College London Hospitals NHS Foundation Trust (Reino Unido) que publica la revista «Brain» son:
Un estudio que se ha publicado en «Nature Neuroscience» ha podido demostrar, por primera vez, que la actividad del cerebro cambia notablemente cuando se está cometiendo un acto egoísta o uno altruista.
En concreto, los investigadores lo han observado en unos experimentos en los que unos monos se enfrentaban a la disyuntiva de compartir, o no, un jugo de frutas.
Fuentes: ABC Ciencia, Efe Salud
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