En tu mochila o bolsa cargas libros, revistas, plumas, reglas, libretas o carpetas, tablet o laptop, cepillo, brillo labial y hasta tus audífonos. Sin duda, se vuelve parte de ti, y si eres tú quien tiene la posibilidad de elegirla y comprarla, significa que equivale a dar señales sobre tu personalidad. Es casi una amiga fiel porque te acompaña a todos lados; incluso, muchas veces, aunque ya esté viejita, sabes que no la cambias por nada del mundo. Pero ¿cómo se relaciona tu mochila con tu personalidad? Veamos con cuál te identificas.
Si llegas tarde a una cita, casi siempre posees la excusa perfecta para salir adelante del bochorno. Te late elegir este tipo de mochila porque piensas que menos es más.
Te rehúsas a comprar cualquier cosa empaquetada, porque odias el plástico o vinil. Amas las cosas sencillas de la vida y te apasiona la naturaleza. Si esta mochila es tu personalidad tangible, eres fan de los “mishis” y “lomitos” y te encantaría poder ayudar a todos los que lo necesiten.
La organización es tu principal característica, y sabes muy bien qué harás cada hora de la semana.
Sabes, de acuerdo con las estaciones del año, qué ponerte. Lo que odias es lucir un pelo descuidado y un look “x”. Amas verte a la moda y femenina en todo momento.
Te preocupa no tener lo que necesitas cuando lo necesitas y prefieres cargar demás porque nunca sabes cuándo te pueda ser útil alguna de esas cosas. Siempre andas a las prisas y no sueles cambiar de mochila, por eso optas porque ésta sea de un color básico como negro.
El Dr. Simi vuelve a sorprender: el SimiFest 2025 se muda al Autódromo Hermanos Rodríguez…
El Combo Godín Cinépolis ha causado revuelo: tacos de canasta en el cine, ¿genialidad o…
Elegir computadora puede parecer misión imposible, con tantas marcas y modelos en el mercado. ¡Pero…
🎥📸 ¿Te encanta la fotografía? Haz de tu pasión tu profesión. Estas son algunas de…
¿Te cuesta trabajo concentrarte a la hora de estudiar? Te contamos sobre algunas de las…
La historia oficial nos ha vendido héroes perfectos y relatos épicos… pero ¿qué tal si…
Leave a Comment