¿Sabías que existe el Día Nacional del Libro? Aquí te decimos por qué y para qué existe, además de algunas recomendaciones de los clásicos de la literatura mexicana que no te debes perder.
¿Cuándo y por qué?
Cada 12 de noviembre, desde 1979, se celebra por decreto presidencial el Día Nacional del Libro en honor a una de las más grandes escritoras de todos los tiempos, nuestra décima musa, Sor Juana Inés de la Cruz, quien nació en dicha fecha en el año de 1948.
Se eligió ese día debido a la historia de Sor Juana con respecto a los obstáculos que tuvo que afrontar para tener derecho a algo tan simple hoy en día como lo es el acceso a la lectura y la educación.
Justamente, a pesar de que en la actualidad es tan fácil el acceso a la lectura resulta poco común entre la población.
La estadística de la población lectora en México
En el más reciente informe del INEGI sobre los índices de población lectora adulta en México, la información estadística reportó números desalentadores por su tendencia decreciente en los últimos 5 años.
Considerando a personas con edad de 18 años o más y de un lista de materiales de lectura del Módulo sobre Lectura (MOLEC), de cada 100 personas, 42 dijeron haber leído al menos un libro en el último año.
Otros datos y números que destacan al respecto son:
- El 47.9% de los mexicanos no lee por falta de tiempo; mientras que el 21.7% no lo hace por falta de interés.
- El grupo con mayor índice de lectura cuenta con al menos un grado de educación superior.
- El 67.7% de la población alfabeta lee materiales distintos a libros, como revistas, periódicos, historietas o páginas de internet.
- Predomina la preferencia por la lectura de materiales impresos sobre los digitales.
Día Nacional del Libro, un pretexto para fomentar la lectura
Por otro lado, dado que la temática más leída en los libros es la literatura con un 42.5% y con el fin de poder fomentar la lectura de nuestro país, aquí te dejamos una lista de 5 clásicos que no te puedes perder.
- Los de abajo (1916), de Mariano Azuela
Se desarrolla en el contexto de la Revolución Mexicana, por lo que su carácter realista y dramatismo es el protagonista. Pertenece a la literatura que originalmente se publicaba por entregas en las secciones de periódico, de ahí que durante la lectura se perciban cortes como una especie de “episodios”.
- El laberinto de la soledad (1950), de Octavio Paz
Descifrar y tratar de describir la identidad del mexicano parece una tarea solo ha podido lograr Octavio Paz con esta obra, razón por la que es vista como una lectura casi obligada para todo mexicano. Aborda con una prosa poética el ser, el comportamiento del mexicano en lo individual y en lo colectivo.
- Pedro Páramo (1955), de Juan Rulfo
Una obra que si bien se define como corta por su extensión, puede llegar a ser tan compleja como uno lo desee, no por nada es la obra cumbre del autor jalisciense. Es considerada por muchos como la obra que revolucionó la narrativa hispanoamericana por su peculiar manejo en temática, estructura y secuencias narrativas, en las que uno parece andar penando.
- Río subterráneo (1979), de Inés Arredondo
Se compone de una serie de 12 cuentos en los que los personajes se exponen a situaciones límite pero, lo interesantes es como llegan a degradarse o a corromperse. Como el título lo apunta, los personajes experimentan “zonas ocultas” o un lado oscuro de su psique.
- Arráncame la vida (1985), de Ángeles Mastreta
Narra el inicial amor sumiso de Catalina por el general Andrés Ascencio y la progresiva desvinculación de la mujer a un tiempo de su papel de subordinación conyugal y de su aceptación del contexto político que aguará los ideales revolucionarios. Novela pues, de aprendizaje de la vida y de la conquista de la propia identidad en un mundo machista.
- Las batallas en el desierto (1981), de José Emilio Pacheco
Desde los ojos de un joven enamorado de la mamá de su amigo, esta obra nos muestra las vivencias de la sociedad mexicana en esa época, las cuales poco a poco se van arrastrando hacia un panorama más moderno.
Leave a Comment